México experimenta la discriminación étnica en edades tempanas

Este experimento se ha llevado a cabo en varias ocasiones con otros niños y niñas, no sólo con niños y niñas mexicanos y mexicanas. Tampoco es reciente, lo que demuestra que aún nos queda mucho por hacer.

Las familias, amigos, equipos docentes, somos un ejemplo para los más pequeños, con lo que tenemos que aprender a dar un ejemplo plausible sobre la no discriminación étnica.

El racismo no es innato, no es un gen que brota al contacto con personas de diferentes etnias, el racismo si que es un brote que brota, valga la redundancia, al contacto con un entorno que hace comentarios racistas, pero ya no sólo con el lenguaje verbal, sino también con el lenguaje no verbal, área totalmente dominada por los niños, capaces de captar estar comunicación al vuelo, por lo tanto, dejemos a un lado de una vez la discriminación y empecemos a dar ejemplo, por un futuro mejor.

Todas y todos no somos iguales, cada uno es único es su especie, pero en lo que sí somos iguales es que tenemos los mismos derechos y debemos exigirlos, no importa condición sexual, etnia, religión e ideología política.